Chutney de mango

Transmigración del alma con orejones.

Qué dura es mi vida cuando se pone hinduísta transmigrando de alma en alma, tan pronto eres el gato que chupa los restos del cuenco, tan pronto el señor con resto de pasa sultana colgando del bigote, tan pronto el mango mismo que es troceado para servir al señor con bigote y al gato que fuiste. La sabiduría de ser triplemente, cuádruplemente, en un todo pequeñito. Solo quiero ser orejón y retenerlo todo.

Aquí tenéis el chutney de mango de Juanjo Fuentes, maravilloso para acompañar un arroz basmati, carnes frías, un buen queso curado o una simple tostada de desayuno. A disfrutarlo.

1 · Pelar y trocear los dos mangos, partir los 200 g orejones en cuartos y poner en un cazo al fuego. Agregar las especias (1 rama de canela, ¾ de cucharadita de pimienta de Cayena, 1 cucharada de canela molida) y mezclar bien. Añadir 4 cucharadas de azúcar, 4 cucharadas de vinagre blanco y agua hasta cubrir un par de centímetros por encima.
2 · Subir el fuego y, cuando rompa a hervir, bajar al mínimo y dejar cocer. A la media hora añadir las pasas y dejar cocer hasta que espese.

Consejo: ajusta el picante a tu gusto, pero es característico de este plato esa combinación de dulce con el toque picante. El chutney es un complemento ideal para las carnes, el cuscús, el arroz blanco… ¡incluso para una tostada en el desayuno!