Riquísimas receta de patatas rellenas. ¡Pruébala!
Lata viene de latir, estamos seguros. Una lata es, como cualquier cosa tapada, un misterio; la abres y aparece ese atún enrollado, hecho trocitos, todo el olor del mar en un recipiente tan pequeño. Nos hemos acostumbrado y ya no lo vemos, como los muebles de tu casa, como el tatuaje de corazón, como los azulejos de la cocina, como la sangre circulando, como la gravitación universal. El atún es, en su lata, todo un detalle del Atlántico.
Casi todas las comidas tienen la capacidad de la evocación, pero esta, esta nos lleva directamente a la infancia; cuando cenabas todo frito y te quedabas tan a gusto, cuando podías tomarte quince patatas rellenas en una sentada, cuando ya venías de vuelta del huevo pasado por agua con pan migado (que es el flash back más grande de todas las cenas del mundo), cuando te bañaban de noche y estabas limpio y a estrenar; cuando tu madre metía la lata de atún en bocadillo, en ensalada, en patatas, en todo. Cuántos viajes pueden hacerse con un bocado, probadlas, porque te llevan directamente a una mesa de cocina con cubiertos duralex y bata. Ay, rebozados, qué mal nos miráis a los gordos y con cuánto amor os miramos nosotros.
Ingredientes
Para 30 unidades
1 k de patatas medianas de forma redondeada
3 latas pequeñas (52 g) de atún en aceite de oliva
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
600 ml de leche
100 g de harina + cantidad necesaria para el rebozado
2 huevos batidos
Sal
Aceite de oliva virgen extra para freír
1 · Pelar las patatas y cortar en rodajas de unos 3 o 4 milímetros (un poco más gruesas que para tortilla). Salar. Poner a calentar en una sartén el aceite de oliva virgen extra y freírlas a fuego medio por tandas sin dorar exceso.
2 · Retirar las patatas sobre papel de cocina, emparejándolas de dos o dos por tamaño similar.
3 · Preparar la bechamel. Para ello disponer 3 cucharadas de aceite de oliva en una cacerola y poner al fuego. Añadir el contenido escurrido de las 3 latas pequeñas de atún y saltear unos segundos. Añadir 100 gramos de harina, integrar bien con el atún y saltear durante unos tres minutos para que la harina se tueste un poquito. Incorporar poco a poco 600 ml. de leche a la cacerola y cocinar sin parar de dar vueltas hasta conseguir la textura deseada. Probar y rectificar de sal.
4 · Con la ayuda de un cuchillo de borde redondo, rellenar una de las mitades de la patata con una cucharada de bechamel y poner la otra mitad por encima, formando una especie de pastelitos. Es preferible hacerlo con la bechamel aún caliente para que se adhiera mejor a la patata. Continuar hasta rellenar todas las patatas reservadas.
5 · Pasar las patatas rellenas por harina y huevo batido y dorar a fuego medio en aceite de oliva. Servir calientes.
Consejo: La textura de la bechamel debe ser un poco más clara o líquida que la que se hace para una masa de croquetas. Desde que empezamos a añadir la leche, cocinaremos la bechamel durante unos diez minutos. Ajusta la cantidad de bechamel del relleno a tu gusto, aunque es conveniente no quedarse cortos para que la patata quede jugosa al freírla.