El postre de la infancia que se transforma en una merienda irresistible.
Las natillas han sido y son el postre recurrente por excelencia en los hogares donde hay criaturitas correteando por ahí. Su textura sedosa y brillante regalada por la yema de los huevos es irresistible. Si ahora imaginas esta ilustre elaboración dentro de un bizcocho, obtenemos un regalo de la infancia elevado a su máximo esplendor, redondeado por los aromas de las especias añadidas. Una merienda más, una merienda menos. ¡Es muy sencillo! Una receta de Aliter Dulcia
Ingredientes
3 huevos
120 g de azúcar
150 g de aceite de girasol
1 natilla (125 g)
½ cdta. de canela o mezcla de
especias
200 g de harina
5 g de levadura de repostería
Una pizca de sal
[1] Calienta el horno a 180 °C, con calor arriba y abajo. Forra un molde con papel vegetal.
[2] Bate muy bien los huevos con el azúcar.
[3] Añade el aceite, la natilla y los ingredientes secos, y mézclalos hasta que obtengas una masa homogénea.
[4] Vierte la masa en el molde deseado y hornea durante 40 minutos aproximadamente o hasta que el interior del bizcocho esté listo.
*En la mayoría de las recetas en las que se utiliza el horno, el tiempo de cocción oscila un poco ya que no todos los hornos son iguales. Puedes utilizar el truco de la aguja para comprobar el punto de cocción y asegurarte de que tu bizcocho está listo.