Un tsunami de brécoles saltando y su muerte verde.
En la escala sísmica del placer, este plato tiene una magnitud de 10: toda la boca es arrasada por un tsunami de saliva antes del gesto de comer. Es un Índico que deja desoladas las orillas de los labios; y en el destrozo de ola que es la digestión arrastra placer, soja, brécoles saltando, hasta la verde y estrujada muerte. El epicentro es la sumatra del estómago, el punto cero de tal maravilla. Renaces por entero, como el brazo de la película, el hito de vivir.
A nosotros nos pasó lo mismo que a Juanjo Fuentes con la cocina tailandesa: la descubrimos en un viaje a Estados Unidos a principios de los noventa y nos apasionó. Puede que ahora estemos más acostumbrados a probar cosas diferentes, pero entonces fue toda una revelación: la primera sopa Tom Yum, los primeros Pad Thai, están llenos de esos recuerdos para siempre. Situamos a Tailandia en el mapa y sentimos unas ganas enormes de conocerlo: quien bien come sabe vivir bien. Cuando volvimos a la España de esos 90, la realidad es que solo existían restaurantes tailandeses en Madrid o Barcelona; aún hoy es difícil encontrarlos fuera de esas ciudades. Para quitarnos las ganas, hemos aprendido a hacer algunas de sus especialidades como la citada Tom Yum que iremos compartiendo en el blog. Aquí va la deliciosa versión de Juanjo con la pasta de curry rojo (hoy día se puede encontrar en casi cualquier supermercado con una sección de productos orientales). Si habéis aguantado hasta aquí, no dejéis de visitar tampoco la receta del cuscús de verduras o de los garbanzos con pasas y canela que nos hizo.
Ingredientes
Para 4/5 raciones
3 cucharadas de aceite vegetal o de oliva
2 pechugas de pollo cortada en trozos
Salsa de soja
3 cucharadas de aceite de sésamo
300 g de brócoli
2 zanahorias
1 cebolla
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1/4 de taza de caldo de pollo o de agua
Unas hojas de albahaca
Para la crema de curry rojo
2 cucharadas de aceite de oliva o de girasol
1 cebolla mediana
2 pimientos rojos medianos
Jengibre fresco pelado y cortado en seis trozos no muy grandes
1 cucharada grande de pasta de curry rojo
2 latas de leche de coco
1/2 cucharadita de sal
Acompañamiento
300 g de arroz basmati
Chutney de mango
Pasos previos
1 · Primero preparamos la crema de curry en cantidad suficiente para poder congelar y utilizar en otra ocasión. Añadir el aceite en una cacerola y rehogar la cebolla cortada en trozos medianos. Pasados unos minutos incorporar el pimiento rojo, la 1/2 cucharadita de sal y seguir salteando otro rato. Mientras, insertar los trozos de jengibre en un pincho de cocina y agregar a la cazuela con la cebolla y el pimiento. Añadir la cucharada de la pasta de curry rojo y seguir la cocción hasta que veamos que las verduras están tiernas, que será cuando añadamos las dos latas de leche de coco. Tener al fuego unos minutos, retirar el jengibre y triturar con la batidora. Ya tenemos lista nuestra crema de curry.
2 · La noche anterior a hacerlo, ponemos la pechuga cortada en trozos a marinar en salsa de soja (en cantidad suficiente para que se impregne el pollo, aunque no es necesario que “flote” en la salsa).
Preparación
1 · Preparar las verduras: cortar el brócoli en ramilletes por el tallo, y las zanahorias, la cebolla, el pimiento rojo y el pimiento verde en juliana.
2 · Calentar en una sartén las 4 cucharadas de aceite. Añadir la mitad de la pechuga marinada, para evitar que suelte mucha agua y se cueza en lugar de dorarse. Saltear durante unos minutos y reservar. Hacer lo mismo con el resto de la pechuga. Reservar.
3 · Mientras, preparar el arroz basmati. Poner en una cacerola los 300 gr. de arroz con 600 ml. de agua. Llevar a ebullición a fuego medio/fuerte y después cocinar tapado a fuego reducido el tiempo que indiquen en el paquete.
4 · En una sartén o wok añadir las 3 cucharadas de aceite de sésamo y poner el fuego lo más fuerte posible. Cuando empiece a humear incorporar la cebolla y un poco de sal y saltear un minuto. Después agregar la zanahoria, saltear otro minuto, y después los pimientos y el brócoli, añadiendo al poco 1/4 de taza de agua mientras seguimos salteando a fuego fuerte.
5 · Transcurridos dos o tres minutos, incorporar el pollo a la mezcla de verduras y seguir salteando hasta que todo el líquido se evapore. Si vemos que las verduras siguen duras, podemos añadir un poco más de agua o tapar la sartén un par de minutos. Por último agregar la crema de curry rojo, mezclar bien y tener al fuego otros 3 o 4 minutos para que se integren bien los sabores. En el último momento añadir las hojas de albahaca cortadas con las manos.