¡Receta infalible!
Este sencillo pan se usa tradicionalmente para elaborar el orgullo de todos los bocadillos de Nueva Orleans: la muffuletta. El pan siciliano podría describirse como una versión americanizada del favorito de las fiestas de estudiantes, la focaccia, aunque horneada en molde redondo en lugar de cuadrado y sin aceitunas, hierbas aromáticas
o tomates secos. Solo esa agradable textura aceitosa,
suave y con una superficie crujiente.
Del libro BOCATA
Ingredientes
Para 2 panes redondos
6 g de levadura seca
400 ml de agua tibia
570 g de harina panadera
2 cdtas. de sal
2 cdas. y 2 cdtas.
de aceite de oliva
para el molde
Sal en escamas
Sésamo
[1] Mezcla en el bol de la amasadora la levadura y el agua. Añade la harina, la sal y 2 cucharadas de aceite. Amasa durante
2 minutos aproximadamente o hasta que la masa esté suave
y homogénea. Dale forma de bola, colócala en un cuenco
cubierta con film transparente y deja que leve durante unas
2 horas, o hasta que la masa haya doblado el volumen.
[2] Coloca la masa sobre una superficie enharinada, aplánala ligeramente, divídela en dos partes iguales y dales una forma redondeada. Engrasa con aceite 2 moldes de 20 centímetros y coloca las bolas de masa en los moldes. Presiónalas ligeramente para que llenen toda la base del molde. Si no tienes molde, puedes improvisar con algún otro utensilio semiesférico y colocarlas sobre la bandeja de horno recubierta con papel vegetal. Vierte 1 cucharadita de aceite sobre cada bola, cúbrelas con film transparente y deja que leven durante otros 40 minutos.
[3] Calienta el horno a 225 °C. Esparce sal en escamas y sésamo sobre los panes. Introdúcelos a media altura en el horno
y reduce enseguida la temperatura a 190 °C. Hornea de
20 a 25 minutos, o hasta que los panes adquieran un color dorado. Sácalos y deja que se enfríen.
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