La pasta italiana en su versión más pura y auténtica.
La amatriciana es uno de esos platos italianos que enamoran por su sencillez y por la potencia de sabor que se puede conseguir con apenas unos pocos ingredientes bien escogidos. Tommy Myllymäki la incluye en su libro Carne · Caza · Aves, y no es casualidad: el guanciale —la papada curada de cerdo— es el alma del plato y la clave para obtener una salsa profunda, untuosa y ligeramente picante.
El propio Myllymäki cuenta que aprendió a prepararla a los 17 años, cuando trabajaba en un restaurante en Flen que servía cocina italiana. Compaginaba allí sus estudios de hostelería y, después de clase, se dedicaba a cocinar pastas sencillas. Esta amatriciana se convirtió pronto en una de sus favoritas, un plato perfecto para el día a día, sabroso y sin complicaciones, basado en ingredientes corrientes pero de calidad.

Ingredientes
- 150 g de guanciale o panceta curada, cortada en tiras
- 50 ml de aceite de oliva
- 1 cebolla grande, picada fina
- ½ cdta. de copos de guindilla
- 2 tomates pera grandes, escaldados, pelados y cortados en dados
- 100 ml de vino blanco seco
- 400 g de pasta (espaguetis o strozzapreti)
- 2 cdas. del agua de cocción de la pasta
- 100 g de queso pecorino rallado
- Sal
ELABORACIÓN
Dorar el guanciale.
En una sartén amplia, calienta el aceite y dora el guanciale hasta que esté crujiente, pero sin dejar que llegue a freírse del todo.
Añadir aromáticos.
Incorpora la cebolla y los copos de guindilla. Cocina 1 minuto más.
Incorporar los tomates.
Agrega los tomates en dados y cocina hasta que hayan soltado toda el agua.
Formar la salsa.
Vierte el vino blanco y deja que todo se rehogue a fuego vivo hasta obtener una salsa ligada y aromática.
Cocer la pasta.
En una cacerola con agua salada, cuece la pasta y retírala 1 minuto antes del tiempo indicado en el paquete. Reserva un poco del agua de cocción.
Mezclar y terminar.
Añade la pasta a la salsa junto con las 2 cucharadas del agua de cocción. Remueve durante 1 minuto, hasta que la pasta esté al dente y bien bañada en la salsa.
Servir.
Prueba y ajusta de sal. Espolvorea pecorino rallado generosamente antes de llevar a la mesa.

También podría interesarte


